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El último año de “L.A. Harvest [Cosecha L.A.]” se ha centrado en las variadas relaciones entre los artistas y la tierra del sur de California. Los espacios naturales en los que estos artistas pasan su tiempo varían mucho en forma y alcance —hay al menos tantas formas de jardines como barrios en Los Angeles.
La iteración final de este proyecto presenta a artistas que encuentran sanación y nutrientes en la naturaleza y cuyo compromiso con la tierra se basa en el reconocimiento del sustento, el alivio y el cuidado que las plantas han proporcionado durante millones de años. Sus prácticas artísticas ejemplifican activamente esta conciencia. iris yirei hu es una ávida senderista y utiliza rocas y plantas halladas en los alrededores de Los Angeles para crear pigmentos para sus acuarelas. Paige Emery explora la curación a través de su comunión con las plantas de interior y exterior y las plantas de uso medicinal, cuidando de agradecer a sus plantas una por una. El artista y educador Gerald Clarke administra el rancho ganadero de su familia en la reserva Cahuilla en un puesto que ha pasado de generación en generación.
Estos artistas ofrecen un modelo urgente de cómo podemos ampliar nuestra sensibilidad hacia el mundo natural. Trabajan próximos a la abundancia de la naturaleza, cuidándola y transformándola. Estas relaciones simbióticas se basan en una cuidadosa observación del presente y un reconocimiento significativo del pasado, lo que da lugar a una práctica de cuidado mutuo que fomenta tanto la creatividad como la comunidad.
iris yirei hu
La práctica de iris yirei hu pone el énfasis en la generosidad de la naturaleza. Recoge piedras durante sus caminatas por el sur de California, las muele y las convierte en pigmentos en polvo para acuarelas que guarda en una caja de pinturas o en conchas recogidas. No todos los pigmentos de hu son resistentes a la luz, por lo que algunas de sus pinturas cambian de aspecto con el tiempo —una característica que ella acoge—. Encuentra lo sagrado en la comunidad y la naturaleza y sus exploraciones la han llevado a relacionarse con historiadores, ancianos de tribus, protectores del agua y científicos. Considera su obra artística como “una práctica vital de atención, conciencia y apertura. Es un flujo y reflujo entre el control y la aceptación. También es una transformación, del material a uno mismo y a la comunidad”.
Paige Emery
La relación de Paige Emery con las plantas requiere reciprocidad. Artista interdisciplinar, herborista e investigadora de ecologías urbanas, la práctica de Emery abarca la performance, el sonido, la poesía, la escultura y la pintura. Cuando pasa tiempo en su jardín de macetas de Echo Park, Emery siente como si “el tiempo se detuviera y todo fuera a ir bien”. Formula pinturas a partir de flores y plantas secas: hojas de guayaba, salvia y pasiflora se infusionan en aceites. Emery pide permiso a cada planta antes de utilizarla y da las gracias antes de cosechar en forma de oración, canción o agua.
Gerald Clarke
Artista, educador, profesional de la cultura y miembro de la Cahuilla Band of Indians, Gerald Clarke ha cuidado del rancho ganadero de su familia durante gran parte de su vida adulta, creando sustento para la gran comunidad de la reserva. Cerdos, gallinas, gallos y cabras deambulan por el rancho, que se asienta en tierras que han sido cuidadas por sus antepasados durante miles de años. Tanto en la granja como en el estudio, dar una segunda vida a los materiales es vital para Clarke —desde pequeño se le inculcó el sentido de la habilidad y así el tema de la sostenibilidad en su obra fue un resultado natural—. Cuando la gente le pregunta en qué medio artístico trabaja, responde cándidamente: “Fregadero de cocina”.
Esta ensayo se publicó originalmente en Carla número 33.