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Reddit me dice que no eres un verdadero residente de Los Angeles hasta que no has visto siete “tótems”, y una vez que los has conseguido todos, ya nunca podrás irte de la ciudad. Estas imágenes notables (pero omnipresentes) incluyen patinadores en pantalones muy cortos, un perro en un cochecito y una palmera en llamas1. La ocupación actual de Francesca Gabbiani es este último tótem, la palmera en llamas, un símbolo que abundó en su primera exposición individual en el Reino Unido, Hot Panoramas [Panoramas calientes], en la Cedric Bardawil esta primavera. Influenciadas por la crisis climática y el consiguiente aumento de los incendios forestales en el sur de California, las idiosincrásicas escenas de papel collage de Gabbiani son apocalípticas. Sus árboles en llamas iluminan cielos ennegrecidos, las costas oceánicas brillan con una fosforescencia seductora pero peligrosa, y las piscinas abandonadas se cubren de ceniza, ahora hogar de plantas que solo prosperan en condiciones áridas. Aunque Gabbiani empuña un cuchillo al ensamblar estas intrincadas composiciones, su toque resulta pasivo y atenuado, como la reacción de la humanidad ante el inminente colapso medioambiental.
Hot Panoramas incluía 11 obras enmarcadas, que variaban en escala (la más grande medía poco más de 1.5 x 1.80 m) y estaban organizadas pulcramente en el modesto espacio de la galería. Muchas de ellas pertenecían a las series en curso de Hot Panoramas (2002–actualidad) y Mutation [Mutación] (2018–actualidad) de Gabbiani, que representan palmeras en llamas, sus hojas carbonizadas compuestas por cientos de minúsculas partículas de papel, desintegrándose como fuegos artificiales o cristales rotos. Hot Panorama (Small) [Pequeño] (2023) muestra siete altas palmeras en llamas de las que surgen lenguas de fuego al rojo vivo que flamean hacia el oeste en un cielo nebuloso rosa y gris. El espectador se sitúa debajo, levantando la vista hacia los árboles que se elevan en lo alto. Emulando una perspectiva que se ha convertido en un símbolo omnipresente de Los Angeles en películas como Clueless [Fuera de onda] (1995) y programas de televisión como Selling Sunset [Sunset: La milla de oro] (2019–presente), Gabbiani suma amenaza a una escena familiar. Dos artistas que han tenido una gran influencia en Gabbiani, John Baldessari, su antiguo profesor en la UCLA a mediados de los 90, y Ed Ruscha, su suegro, también favorecían esta perspectiva: ambos plasmaron palmeras y arquetipos del sur de California en sus obras. En Kissing Series: Simone. Palm Trees (Near) [Serie Besos: Simone. Palmeras (Cerca)] (1975), Baldessari juega con la perspectiva para que parezca que una figura está besando una palmera alta en la distancia, y en Burning Gas Station [Estación de servicio en llamas] (1966-69) de Ruscha, lenguas de fuego se extienden diagonalmente hacia el oeste. Ambos artistas utilizan una perspectiva de ángulo bajo junto con la iconografía omnipresente de Los Angeles para sugerir implicaciones intimidantes. De la misma manera que Ruscha y Baldessari comercian con imágenes banales de gasolineras y escenas callejeras, los temas apocalípticos de Gabbiani se están volviendo lamentablemente omnipresentes.
En contraste con los amarillos peróxido, ocres cálidos y carmesíes utilizados en la serie Mutation, otras obras de la exposición retrataban los fríos tonos azules de una escena nocturna en la playa. Phosflorescence V [Fosflorescencia V] (2023) (el título es un portmanteau de fosforescencia y fluorescencia) ilustra la cresta de una ola repleta de matices bioluminiscentes como de otro mundo. Unas manchas de pintura aparecen iluminadas por una radiante luna baja. Producto del brillo natural del plancton, las olas bioluminiscentes son a la vez un sueño y una pesadilla: el calentamiento y la acidificación de nuestros océanos, combinados con la erosión agrícola, están agudizando este fenómeno. La atractiva estética de la bioluminiscencia, al igual que la interpretación que Gabbiani hace de ella, oculta sus horribles matices: el crecimiento excesivo de las algas, por ejemplo, agota el oxígeno del océano y puede provocar la destrucción a gran escala de las poblaciones de peces. El océano es parte integral de la experiencia de Gabbiani en Los Angeles y, con el aumento del nivel del mar y la decoloración de los corales, dista mucho de ser inmune a los efectos del calentamiento del planeta. En la exposición, el océano actúa como un refrescante tónico visual para las ardientes obras de la serie Mutation. Como afirmó la amiga de Gabbiani, la escritora Dana Goodyear, en una entrevista conjunta publicada por Cultured, “el fuego se resuelve en el océano”2. Los dos elementos están fundamentalmente conectados y se destruyen mutuamente; el agua apaga el fuego y el fuego hierve el agua hasta convertirla en nada.
Gabbiani se vio empujada a empezar a crear las piezas de fuego tras experimentar los destructivos incendios forestales cerca de su casa en Los Angeles. Recortando y pegando como una adolescente creadora de fanzines, Gabbiani examina su experiencia personal como si tratara de darle sentido. Y aunque sus paisajes abordan temas siniestros, los recortes de papel son de una delicada sencillez. A diferencia de las construcciones de papel superplanas de Thomas Demand, sus collages tienen textura y son complicados. Las capas se quiebran y rizan, creando sombras y texturas, y en los bordes del papel son visibles los toques de la mano de la artista, como ligeros bordes de lápiz y agujeros de alfiler. Resulta fácil dejarse seducir por la construcción de estas obras. En un día gris en el Reino Unido, la fachada caleidoscópica de Los Angeles parece estar a un millón de kilómetros de distancia, al igual que lo está la emergencia climática para demasiadas personas. Es demasiado fácil ignorarlo y seguir como siempre.
Volviendo a los siete tótems necesarios para la identidad de Los Angeles, la visión de una palmera ardiendo se ha convertido en un indicador de pertenencia o inclusión para los angelinos. Y, sin embargo, se espera que muchas palmeras de la ciudad mueran en los próximos años, lo que marcará un cambio drástico en la iconografía clásica de la ciudad3. En Hot Panoramas, Gabbiani utiliza un tropo idealizado de Los Angeles para subrayar sus urgentes implicaciones ecológicas. No obstante, su meticuloso proceso y sus imágenes estéticamente agradables disimulan la crudeza de la catástrofe que supone el cambio climático, reflejando el modo en que muchos de nosotros seguimos manteniendo la emergencia climática a distancia, ignorando una amenaza inminente en favor de la búsqueda de la belleza en el día a día.
Esta reseña se publicó originalmente en Carla número 33.